Tips para enseñar a los niños buenas prácticas de finanzas y ahorro

Un sentimiento que creo que compartimos todos los papás es que le queremos dar todo a nuestros hijos, queremos que nunca les falta nada, darles una vida mejor de la que nosotros tuvimos. Este sentimiento a veces nos orilla a querer darles todo lo material. Vamos al súper y caemos en sus caprichos, y terminamos comprando lo que nos piden.

Creo que es natural querer darles todo, tal vez es como un instinto de protección con nuestros hijos. Pero muchas veces al querer darles todo les hacemos mucho daño. Los niños crecen sin conocer lo que cuestan las cosas, sin valorar el esfuerzo y trabajo que hay detrás de lo que tienen, su ropa, casa, juguetes, escuela, vacaciones. Crecen sintiéndose con el derecho de tener todo lo que tienen, y si, yo creo que si es su derecho y que si se lo merecen, pero eso no quita que no lo valoren y lo agradezcan. 

A mi me cayó el veinte que teníamos que hacer un cambio cuando mi hijo de 6 años perdió su lonchera, una lonchera con un tupper bentgo (buenísimo por cierto) pero que para los que lo conocen saben que no es nada barato. Le pregunté a mi hijo que había pasado con su lonchera y me dijo que la había perdido y que le comprara otra. Me quedé en shock, me di cuenta que mis hijos pensaban que las cosas eran desechables. Mi siguiente veinte fue cuando mi hija de 4 años me pidió que le comprara una muñeca que le había encantado pero le dije que no tenía dinero, me dijo que porque no íbamos a la máquina que saca dinero (el ATM) que ahí siempre había dinero.

Con estos veintes que nos cayeron a mi esposo y a mi decidimos que teníamos que hacer algo, y priorizamos en nuestra familia criar niños conscientes, agradecidos y que valoren las cosas. Buscamos también inculcar en nuestros hijos, el valor del trabajo, que sepan que con esfuerzo y dedicación es posible obtener lo que se proponen. Y sobre todo buscamos que nuestros hijos estén conscientes que desde pequeños pueden contribuir al bienestar de mundo, de las personas y de nuestro planeta. Esto último es muy importante para nosotros, yo vengo de unos papás que me han demostrado que el dinero es una herramienta para hacer y tener cosas que nos dan seguridad y felicidad, pero que también es para servir a otros y aportar al bien común. No es cosa fácil jajajaja créanme que nos hemos encontrado con varios obstáculos, sobre todo el cansancio extremo que a veces nos hace tirar la toalla. Pero hemos generando un sistema en nuestra familia que nos ha funcionado y vemos un cambio en nuestros hijos y me gustaría compartirles.

1. Les decimos el precio de las cosas: cada vez que vamos a comprarles algo o nos compramos algo a nosotros, desde artículos del súper, ropa, juguetes, regalos para otras personas, etc., les digo lo que cuesta. Esto siento que les ayuda a tener un parámetro del valor de las cosas, les da una referencia.
2. Les dejamos que cuenten el dinero: cuando estamos comprando algo y me dan cambio o les damos su domingo, siempre les pido que cuenten en el dinero. Me parece una manera muy práctica para que practiquen sus matemáticas y también empiecen a reconocer los diferentes billetes y monedas. A veces me estreso de que toquen el dinero que todos sabemos que es súper sucio, entonces siempre les pido que se laven las manos luego luego después de contra el dinero.
3. Les damos su domingo: religiosamente cada semana les damos su domingo, al principio nosotros les acordábamos, pero ahora no hay domingo que no lo pidan jajaja. El domingo lo dividen en 3:
   

Ahorro e inversión a largo plazo
Buscamos inculcar a nuestros hijos el valor del ahorro a largo plazo, que se vuelva un hábito y una práctica para siempre. Una parte de su domingo la destinan a una cuenta de ahorro e inversión en el banco que no pueden tocar hasta que cumplen 18 años. Una vez que sean mayores de edad pueden hacer uso de este dinero que ahorraron por tantos años. Tal vez les sirve para comprarse un coche, poner un negocio, hacer un viaje saliendo de la prepa o seguir ahorrando.

Alcancia, compritas
Este dinero lo destinan para sus compritas, para cosas que les entusiasma y quieren comprar.  Normalmente cuando empiezan a llenar su alcancía les pido que piensen en que van a usar el dinero. Esto les ha ayudado a darse cuenta del trabajo, el tiempo y paciencia que se requiere para obtener lo que queremos. Una vez que se llena la pueden ¨romper¨ (digo romper porque así era en mi época, ahora mis hijos tienen alcancías muy resistentes y reusables que por la parte de abajo sacas el dinero). Ya que sacaron su dinero entonces vamos a comprar lo que habían pensando en comprarse desde el principio. También este dinero lo usan cuando pierden algo y lo tienen que reponer, o si tienen multa en la biblioteca por no entregar un libro a tiempo, esto ha sido muy eficiente para que no se les olvide entregar sus libros en la fecha de entrega.

Donación a causa social o ambiental 
Otra parte del dinero que reciben mis hijos el domingo es para donación, normalmente en conjunto escogemos la causa y después de que se junta una buena cantidad la donamos. Esto los ha hecho conscientes de que ellos, sin importar su edad, tienen mucho que aportar para personas que lo necesitan o nuestro planeta. Han donado para ayudar a salvar a los rinocerontes, regenerar el Atoyac, etc.

4. Apoyarlos a que empiecen un negocio: mucha gente se ríe de mí porque mis hijos se han vuelto unos verdaderos ¨hayitos¨ comerciantes y emprendedores, jajaja llevamos sangre libanesa en nuestra sangre y definitivamente influye, pero más bien es el ejemplo que tenemos de muchas generaciones de gente trabajadora, emprendedora y visionaria. Mis hijos a cada rato tienen nuevas ideas de negocio y lo mejor de todo es que muchas de ellas las hacen realidad, una buena parte son ideas medio locas e imposibles, pero trato de nunca desechar ninguna idea, sino más bien acompañarlos a que ellos mismos se den cuenta y aterricen mejor su idea.
   Me encanta verlos dedicar horas a su negocio, en las vacaciones de diciembre empezaron un negocio de obras de arte 3D  con origami se llama ¨Las 3 Estrellas¨ (el nombre porque son 3 hermanos y son socios los 3, aunque mi changuita más pequeña de 2 años a veces es un riesgo para el negocio más que una ayuda jajaja.) Se morían por comprarse unas navajas suizas (obvio para niños) y una pluma 3D, les dije que yo no se las podía comprar por ahora pero que ellos podrían ganarse el dinero con su negocio ¨Las 3 Estrellas.¨ Fuimos a comprarles su insumos de trabajo (papel, tijeras, colores, papel para origami etc.), les dijimos que nosotros los apoyamos con la inversión, pero que nos tenían que pagar la mitad de la inversión con sus primeras ventas.  

A ellos se les ocurrió que la mitad de las ganancias las iba a destinar para apoyar a los rangers en África que protegen a los rinoceronte, me encantó que nació de ellos. Toda la vacación dedicaron a crear sus obras de arte y venderlas, bueno no toda la vacación,una parte importante porque Navidad no se acordaron para nada del negocio jajajaja. Y así fue como lograron pagar la mitad de su inversión, apoyar a los rinos y comprarse su muy esperada y merecida navaja y pluma 3D. Esto los ha empoderado a saber que con trabajo, creatividad y dedicación pueden lograr lo que se proponen, sin importar que tengan 6, 4 y 2 años. El sentimiento de satisfacción por haber logrado lo que de propusieron no tiene precio.
Actualmente están trabajando en un negocio de vender polvo para hacer nieve, todavía estamos en la fase creativa de lluvia de muchas muchas ideas, ya les contaré cómo les va.

5. Les inculcamos el altruismo: ¨Hacerla bien, haciendo el bien¨ es el mantra de mi familia, el ejemplo que me han puesto mis papás, míos tíos, hermano y abuelos. Estamos buscando inculcar en nuestros hijos que el dinero es un medio muy valioso para tener una vida buena, con seguridad económica, posibilidad de viajes y buena educación, pero que también el dinero es una herramienta para poder servir, para poder contribuir y aportar al lugar donde vivimos, a la gente que lo necesita, a nuestro planeta. Queremos que crezcan sabiendo que podemos hacer dinero y al mismo tiempo tener un buen impacto social y ambiental.

 

Estoy contenta con cómo se han ido desarrollando las cosas, veo cambios en mis hijos importantes. Los veo mucho más conscientes del valor del dinero y las cosas, los veo con la seguridad de que ellos pueden lograr sus objetivos con dedicación y esfuerzo. Creo que enseñarles a nuestros hijos a valorar las cosas y el dinero es una forma de vida permanente, pero estoy segura que criarlos de esta manera los hará adultos más felices y capaces. 

 

Melanie Gabriel
Mamá enamorada de 3 👦🏽👧🏽👶🏽
Creadora de Flor de Jaguar
Estratega en sustentabilidad en Africam Safari Safari
Cofundadora y consejera de Dale la Cara al Atoyac